jueves, 29 de junio de 2006

Credo


Yo creo en el Amor. Lo siento, es más fuerte que yo.

El otro día me puse a caminar por Camino Real (la Avenida, no el Centro Comercial... , que es el 2006 no 1986!) sintiendome un poco sorprendida de como se desenvuelve la vida. Acababa de tener una conversación mientras tomaba un milkshake. No importa en realidad con quien o de qué hablámos, que eso no es relevante. Lo que importa es que ahí estaba yo, luego de decir adios, caminando (sin música), con un sugar high alucinante y pensando sabe Dios por qué, que la vida jamás dejará de sorprenderme.

Hay cosas que uno toma por sentadas, ¿saben?, básicamente por que queremos tenerlas ahí como muestra de que las cosas funcionan. Como guía. Son ideas, utopías parece... Si uno va a la universidad, uno triunfa. Si uno es bueno, la gente te tratará bien. Si uno ama, te amaran de vuelta. Si uno se casa con la persona que ama, estarán juntos por siempre.
Qué?... no?

No es que uno sea ingenuo o naive, es que uno cree que hay cosas que deben ser así por que así es lo justo.
Hay un mundo hermoso, en el que la idea de ese "Gran Amor" que puede con todo y que cambia al mundo, existe, es real y palpable.

Pero uno luego crece y se le muere el hamster.

Osea, la inocencia se te va.

Osea, ¿qué pasa cuando ciertos paradigmas que uno tiene en su mente, ya sea que hayan sido plantados ahí por tu familia, entorno o por elección propia, se caen a pedacitos como ese mítico castillo de naipes del que todos hablan?
¿En qué crees?, ¿En qué creerás cuando llegue el momento de preguntártelo?

Mis papás tuvieron un matrimonio feliz. Real. Lleno de arribas y abajos. No siempre ideal, pero sí real y en general feliz. Crecí viendolos reir, y siendo siempre una pareja.
Yo quiero un matrimonio así. Yo creo en el amor de a dos... no de a tres de vez en cuando, de cuatro si nos hacemos los locos, o de a dos, pero sólo por un rato, que me aburres.

Ya estaba llegando al Ovalo Gutierrez cuando tuve que aceptar que soy una fiel creyente de la monogamia. O por lo menos quiero creer fielmente en ser fiel... aunque cada vez más, la vida me da con el agua en la cara con eso de que "de esta agua no he de beber". Más que creer, siento que me sostengo con uñas y dientes a la idea por la simple y poco original razón, de que me moriría si me son infieles a mi.
Karma. Karma. Karma.

Ok. Pero qué pasa si "ya no passssa nada"... ¿qué pasa si ese amor tan rico que tenías ya no funciona? En qué crees, pues... ¿te quedas?, ¿vives una doble vida y le plantas curitas al asunto cada fin de mes? o le das la cara al problema corriendo el riesgo de derrumbar tus propias creencias y descubrir que las cosas, a veces, salen mal. Que el dolor existe y no lo puedes esconder.

Se requieren pelotas para aceptar que lo que creías una verdad suprema, pues, no funcionó.
Se requiere más valor para afrontar un fracaso, que para sacar los pies del plato.

Una que tiene 35 años, es soltera, sin hijos y sin compromiso, (algunas de estas cosas por elección, otras... por que así es la vida) no llega a esta edad con este estado civil sin tener ciertos paradigmas a seguir. Algunas solteras lo somos por que creemos que vale la pena esperar, por qué creemos que sí funciona... y porque simplemente, no nos vamos a conformar con menos de lo que sabemos que merecemos.

Una soltera siempre tiene un ideal que toma la forma de alguna pareja de conocidos y si esa pareja se rompe, todo lo que creías bueno y especial del mundo se cae.

¿Y ahora qué? Nada pues, les das la mano, los ayudas y buscas a otra pareja que siga junta, y juras que ellos sí que no te defraudarán. Por que resulta que si ellos no lo lograron, que ellos tuvieron aventuras, que ellos se dejaron de amar... entonces... tu podrías ser ellos también.
¡Diablos!
Tu podrías tener una aventura con alguien que no te pertenece, tu podrías jurar ante Dios y Patria que amarás por siempre sólo para descubrir que el "para siempre" en realidad... dura bien poco.
Tu podrías volverte una cínica más.

Me niego.

Hay una película que me encanta, que Margo y yo solíamos ver y rebobinar para poder volver a ver enseguida. Una película de la que me sé todos los diálogos y las canciones. Pequeñita, indie y deliciosa, con Ione Skye que se llama "Dream For an Insomniac".

En ella, Frankie, nuestra heroína (o en todo caso, la mia) vive bajo un simple credo:

"Anything less than extraordinary is a waste of my time. There are too many mediocre things in life, and love... shouldn´t be one of them."
osea:
"Cualquier cosa menos que extraordinaria, es una perdida de mi tiempo. Hay demasiadas cosas mediocres en la vida, y el amor... no debería ser una de ellas."
El amor no debería ser mediocre. Llámame inocente o idealista.
Tal vez no existe algo así como ese Gran Amor, pero la simple idea de un mundo así a mi me deprime. Yo no quiero vivir en un mundo en el que debo prepararme a esperar a mi "peor es nada"... que asco....

Yo creo que amaré y que me amarán de vuelta.
Yo creo que el amor es un trabajo de por vida.
Yo creo en jamás tomar a la gente por sentado.
Yo creo que si tu pareja te hace sentir vivo, ya llevas la mitad del camino recorrido.
Yo creo que sí se puede "hasta que la muerte los separe".

Pero ahora también creo en que a veces sí hay más de un Gran Amor para cada uno, que a veces todo se complica o lo complicamos y que si se te rompió el corazón... pues te debes a ti mismo el curarlo ya que nadie es responsable de tu felicidad más que tu mismo.

Llego al Starbuck's y pido un té Passion.
Yo creo, pues.

Arréstenme.

2 comentarios:

Dodo dijo...

Manten la fe, ten tu estandarte en alto, carga con la espada desenfundada y brillante bajo el sol.
Mata al infiel! (no en ese sentido, en el otro ;-)

Realmente esto del blog se hizo para ti. Que forma de darle a la techa.

Mostrok dijo...

Patty, sorry... ahora lo leo y me siento mal por tumbarte parte de tus creencias. Para mi no fue facil aceptarlo. Yo tambien creia en el amor eterno...

Y aun creo en la monogamia, pero como tener una pareja a la vez, por que si te dedicas a alguien tiene que ser en cuerpo y alma, no a tiempo compartido.

En fin, gracias por ser parte de mi vida.