La misma Chibola que en 1991 : o larga vida al Diario Intimo

Para los que saben de mi vida, no es una novedad que me gusta escribir. Escribir sobre arte, cultura, la busqueda del amor y la belleza, y la muerte de la musaraña.... (tema que tocaré prontamente.)

Para aquellos menores de 25 años, les tengo informacion calientita, chocherita; cuando yo era una chica, allá por los Alanísticos 80´s y principios de los 90´s, a los Blogs los llamábamos DIARIOS (y de apellido, Intimos)

En ese entonces la idea general de un Diario "intimo" era, eso mismo... intimo. Mio. Sólo de mi, "Ay! que roche si alguien se entera que me gusta el flaco del frente" y todo eso.
Yo llevo diarios desde los trece años, cuando mi hermano me regaló por mi cumpleaños, un diario rojo de Garfield con candado.
Era simplemente la cagada.
No sólo era un diario si no, UN DIARIO ROJO.
Roooojjoooo..... y sólo mio. Cuna de pasiones, lugar intimo en el cual todo lo que me pasaba, o que pasaba por mi cabeza, se volvía de cierta forma "real".
Ni Bridget Jones con 5 botellas de vodka podían escribir cosas más picantes y alucinadas que las cosas que yo escribía en esos diarios.
Por supuesto, lo unico que la Patty de 13 años escribía eran sus andadas por ahí con sus amigas con las que eran uña y mugre. Pegaba boletos de cine... por ahí hay uno de "Volver al Futuro II", en el cine El Pacifico (3 generaciones atrás del actual). Y describía como sufría mi corazon por el vecino del frente.
No los engaño.... Si yo escribía que me sufría el corazón, era por que no había otra salida que una muerte lenta si el vecino no me daba bola ese día en el murito de la esquina.

Hace demasiado poco, un día de estos de frio rico y corazón caliente, el susodicho corazón sufría por un hombre, y lo escribí en mi diario. De pronto me descubrí a mi misma en medio de un dejá vu de lo más alucinante, desconcertante y tormentoso y pensé, que al parecer, para mi decepción... mucho, así como, mucho, no había cambiado.
Así que respiré hondo, me tomé un shot de Jameson's y me lanzé a leer cada uno de mis diarios, desde aquel diario rojo, hasta el diario de seda verde del Barrio Chino que tengo hoy (que por cierto también me lo regaló Raul)....

Díganme una cosa....
Para qué me hize yo eso?.

Que horror.
Arggghhhhhhhhh.....

Y yo que pensé que a los 32 años sería una glamorosa artista plástica de fama internacional por quien los hombres escribirían novelas enteras, obras monumentales de arte, odas, canciones, y sonatas mil.... pero noooooo señores.
Sigo teniendo 13 años y rogando que el vecino voltée cuando yo cuente hasta 10, o hasta 11--- o hasta 12-----
La cosa no cambia....
Once thirteen, always thirteen... Sólo que ahora la cosa es más inquietante. Ahora la cosa involucra visas, pasajes, y como dice Bryce... el famoso ETA (Estimated Time of Arrival).
Pero el sentimiento es el mismo. A penas el pata voltée, yo me derretiré y dejaré todo por seguirlo a la vuelta de la esquina... o al otro lado del mundo.
Es atemorizante esto de volcarse a leer tus propias ideas y sentimientos a cerca de millones de temas y darte con la cachetada de que esa que habla de dar todo por un hombre eres tu a los 13.
Y que de 1991 al 2006, no has cambiado mucho.
Claro, ahora sabes quien eres, o por lo menos lo estas tratando de averiguar... te vistes con un estilazo barbaro y has viajado por medio mundo... ya no pareces una canica vestida con uniforme del San Silvestre... pero facil , facil.... no te has movido muy lejos de aquella ventana en Las Garzas desde donde te convencías a ti misma, que con querer que el flaco del frente voltée y te vea, con quererlo mucho mucho, bastaba.

Como siempre digo.... tuve una epifanía....y ... vi la luz....

Así que tal vez eso de escribir mis ideas en papel, sólo para mi tenga ese sabor a ritual chino que me encanta, pero tal vez es hora de publicarlo de forma un poco exhibicionista... hacerme tracking de mis avances por la vida, que me de roche si me comporto igual!... tal vez el Blog es el "Sign of the times".. á la Prince....
ya no se....
Eso si... que viva el pequeño Diario Rojo y todo lo que él simboliza.
Viva el esconderlo por toda la casa como ejercicio de supervivencia.
Viva el escribir a mano como rastro electrocardiogramístico de nuestra vida.
Viva él como recolector de ADN gracias a las lágrimas y babas derramadas al escribir en él (o al quedarnos dormidos sobre él)
Viva él como legado histórico de una época, y tesoro inesperado que será para tus hijo e hijas cuando lo encuentren al fondo de un baúl una vez que estes más arrugada que Lino Irlandes.
Y Viva... Sí, VIVA!, como rastro tuyo, como mecha de pólvora, como cola de vestido de noche, como tira de serpentina, como amigo y como la unica gran huachafería que te permites.

Viva el acto revolucionario de escribir sobre papel!